domingo, 22 de enero de 2012

Muy difícil de empezar. (Inicio y Reinicio con comandos simples)

Todo inicio trae desconfianza, ignorancia y, algunas veces, una inexplicable cuota de optimismo que se apaga al poco tiempo de empezar.
  
El que inicia algo no tiene idea alguna de lo que le espera. El futuro se inicia diariamente, mientras que la dinámica de las clases, el trabajo y el ocio se repiten de manera inalterable y se sientan mayestáticamente en el curso mismo de la vida.

Uno no puede iniciar lo ya sabido, lo que ya sabe es reiniciado. Cada año todos los tipos de la tierra reiniciamos labores. El que aprende rebobina el disco, se olvida del tiempo pasado y deja el espacio seudoinmaculado para lo que viene, el que aprende está destinado a formatearse cada cierto tiempo. El que enseña se rebobina de diversa manera, no para borrarse, si no para repetir en “beneficio” del que aprende, el que enseña se copia y se pega de forma indefinida hasta encontrar el error.

El inicio despierta curiosidad, el reinicio probabilidad. Las costumbres parecen alterarse con cada tic y amodorrarse con los tacs siguientes. El arrepentimiento después empezar se debe al reinicio de  tareas en vez del inicio de otras diferentes. Ahora, el iniciar es muy distinto al reinventar. El que se reinventa se recicla. Se selecciona de diversas maneras y hace un collage de sus partes. Versión tras versión el que se reinventa reinicia una tarea para no aburrirse siendo el mismo.

Comenzar requiere un fin, el opuesto que lo justifique y redima. Luego de tantas formas de empezar algo nuevo, existen la finalidad plena y pragmática: lograr transformarnos en intervalos flexibles tratando de lograr algo importante como para justificar el haber iniciado algo.


Está el que cambia, el que se altera, el que se deja así: igualito, los que reinician miles de veces y los que inician todo sin lograr ni un final, la gente maniaca obsesionada con las metas y los existencialistas con el asco de la realidad, los que se reducen, los que se cortan y reencarnan en seres nuevos con el mismo cuerpo, están los tú y las diversas formas de ti que hay por todos lados y están los yo que existen como una simple copia pirata del que cree que inicia algo con una confusa lista de los inicios.

Interesante es la forma de notarse uno mismo luego de inicios y reinicios. El iniciar y reiniciar son una forma existencia y bienestar, hechos con fórmulas reinventadas, vendidos como paliativos para no perder los ánimos, nunca exitosos como panacea. 

(Re)Iniciando así el  2012. Fin de transmisión--.