lunes, 6 de febrero de 2012

Como tocas, como eres... ( tipos y moldes de guitarrista) 2da parte

El punk. De forma contundente, el punk nace con el poder de overdrives o distorsiones sin mayor arreglo, un riff básico del bajo y un puñado de “quintas” encadenadas. El punk enarbola la actitud, desecha el estilo y las formas correctas, toca fácil porque el mensaje prima sobre la base musical. El solo es parte de los riffs y desata emoción por lo básico que resulta ya que su esencia radica en la emoción y el momento. Cualquier guitarra es buena mientras funcione. El punk inicial no acepta variaciones que compliquen la fluidez de los gritos y el poder. Las corrientes que derivaron son las que tal vez más enojan a sus fanáticos iniciales. La descripción es de la forma natural en que el punk fue concebido.


El rock, siendo el género que más ramas ha generado, posee dos brazos básicos: hard y "soft". Estos dos van a izar banderas que terminarán en contradictoria.  El hard va a pensar en estructuras fijas y solos pentatónicos  sacados de los primeros guitarristas de blues pero con diferentes efectos y velocidades pero similares en la forma. El guitarrista va a buscar la diversión en su poderío y su armonía exacta, goza de las letras que no buscan vanidad ni enredo, tiene velocidad y estilo, utiliza infinidad de modelos pero para ejemplo está la Gibson SG. Mezcla exitosamente escalas de blues y quintas apasionadas, es rápido y lento cuando quiere, tiene autonomía y arrastra al público, riffea entre coro y coro y comulga bien con los demás a pesar de su vital importancia. Aquí el crédito es compartido, la banda es amada (o almenos el guitarra y la voz).

El otro derivado. El soft  se esparce en diversas variantes: entre lo alternativo, lo pop, el funk, el grunge y demás. Hace mezclas innovadoras pero pierde poder. Muchas veces goza de fórmulas y así se presenta a las nuevas generaciones. Genera combinaciones donde la potencia vocálica es cambiada por una ejecución mixta, la guitarra sigue teniendo protagonismo pero no es tan explosiva, es menos pasional, más atenta, melódica y menos inoportuna. El rock es suavizado para su mejor asimilación aunque conviva con muestras de sus raíces en ciertos intervalos. Posee un arsenal de métodos donde logran sincronizar la armonía y su poder inherente.

El blues, son pocos a contraste con los demás géneros. Alejado del rock-blues, este quiere comunión y mezcla lo virtuoso, que brilla melancólicamente, con la grandiosa voz de el intérprete. El blues, concebido como música de esclavos, va a generar tristeza y melancolía pero necesita también de un  virtuosismo y manejo adecuado. Aquí las pintas son lo de menos, la protagonista es la canción en su totalidad. Gibson de series altas y especializadas son requeridas para trémolos muy sentidos, la ejecución es limpia y emocionante. El blusero va a sentir cada nota y no la va a dejar libre hasta que le haya sacado el máximo placer. Va a encantar en todo momento, es de los géneros que más cerca del orgasmo están.

El grunge.  Concebidos en la misma época que el noise, va a tener una parte dentro de la historia musical por más que sus bases hayan desaparecido en algunos casos o transformado en otros. El guitarrista grunge mezcla una técnica simple, guitarras diversas, con efectos que se pasean de la línea limpia a distorsiones saturadas. Formula canciones de estructura fácil, coros desgarrados y soltura total en su ejecución, a pesar de su dejadez crean una especia de bulla melódica que la hace asimilable para muchos que no soportan ciertos géneros.  Los estribillos también son pegajosos, bis tras bis transmite el poder de su dejadez y desencanto del mundo, la voz es primordial y nuevamente la guitarra se presenta aniquilando con acordes más no con solos de estructura compleja.

El noise trabaja de manera diferente aunque también utilice la mezcla del clean con la saturación. El guitarrista busca una melódica atonal, una especie de gusto que se  adquiere luego de oírse mucho tiempo.Aparece en intervalos como una transformación de lo progresivo. A diferencia del grunge no tiene una estructura fija, vaga por tonos y cambios de tiempo indefinido. Pasan  de la velocidad  al letargo de improviso. Con o sin voz el guitarrista noise está concentrado en buscar nuevas maneras de encajar piezas en un rompecabezas que cambia constantemente. Más allá de las actuaciones personales el guitarrista noise busca una unión llena de encajes peculiares. Son impredecibles, con un gran sentido de la melodía en general y de la mezcla de sonidos que para la mayoría no tienen lógica.

Y sigue continuando.



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